Paula Pérez Sobrino received yesterday the Extraordinary Doctoral Prize awarded by the University of La Rioja (Spain) for her doctoral dissertation "Exploring the figurative continuum in multimodal settings: Multimodal metaphor and metonymy in advertising". This prize is awarded to outstanding doctoral dissertations that have reached the highest standards of scientific quality and impact within their areas.

Paula graduating

Paula Pérez-Sobrino also gave a brief speech on behalf of the 84 PhD students that defended their doctoral dissertations successfully in the year 2015/2016, and who also received an acknowledgement during the event.

Here is the full transcription of the speech (in Spanish):

Hace 5 siglos, en 1517, Martín Lutero clavó sus 95 tesis en la puerta de una iglesia en Witenberg. Por aquel entonces, una tesis consistía simplemente una postura que alguien quería sostener o defender. Lutero, que era un monje agustino, tenía una tesis muy clara: los cristianos no pueden comprar el acceso al paraíso. Hoy en día, un tesis doctoral contiene (en teoría) una idea clara, pero es que además debe estar sustentada por un periodo de investigación original que dura entre 3 y 5 años. Por motivos evidentes de tiempo y energía mental, hoy en día es suficiente con escribir una tesis para obtener un doctorado, y defenderla con éxito ante un tribunal de expertos es motivo de celebración, tal y como estamos haciendo hoy.

En España, como en muchos otros países, escribir una tesis doctoral es el requisito básico para trabajar en la Universidad o en centros de investigación. Supone la primera incursión en el mundo de la investigación crítica a independiente, como si se tratara de una obra de arte intelectual que se esculpe entre el aprendiz y el maestro.

Como podemos ver hoy aquí, hay tantos tipos de tesis como doctores: las hay de todos los colores y sabores. Así pues, cuando Héctor y Lorena me pidieron desde EMYDUR que interviniera en nombre de todos los nuevos doctores de la Universidad de La Rioja, me pidieron algo realmente complicado – ¿cómo mi experiencia como doctora en lingüística podía incluiros a todos vosotros, ingenieros, matemáticos, y químicos?

No hace falta hacer una tesis doctoral para saber que la gente raramente se pone de acuerdo cuando se trata de apuntar las cosas que funcionan. Basta con ver un debate en televisión! Sin embargo, todos compartimos una habilidad especial para detectar lo que no funciona: los mitos y leyendas urbanas. Así pues, ¿por qué no hacer lo mismo hoy? Es verdad que hay tres elementos clave que definen la antítesis de un doctorado, y que, por oposición, son idóneos para definir nuestra postura común como doctores por la Universidad de la Rioja ante la sociedad. Tras el discurso brillante que nos ha ofrecido Héctor poco más queda por añadir. Pero quizás si pensamos en lo que NO nos define como doctores, podamos eliminar algunos prejuicios y concepciones erróneas sobre lo que supone hacer un doctorado.

Qué no es un doctorado?

No es un trabajo de investigación se hace SÓLO para tus directores de tesis. Y antes de que los directores de tesis se pongan en pie, déjenme enfatizar el SÓLO. Tengo una pequeña anécdota al respecto. Cuando envié mi primer artículo de investigación a un revista científica recibí dos evaluaciones muy dispares (¡esto es todo un clásico!). El evaluador 1 enumeró de forma muy minuciosa una suerte de puntos muy técnicos y específicos. Aquella revisión me hizo sudar tinta, pero al fin y al cabo, ¡para eso estaba haciendo un doctorado! El evaluador número 2 fue mucho más conciso. Tras un breve resumen de mi artículo, solo hizo esta observación: “Y QUÉ?”

¿Y qué de qué? ¿Se trataba de un evaluador descreído del proceso de publicación, o un evaluador saturado con papeleo, o simplemente no tenía ni idea de lo que estaba hablando? El caso que es satisfacer la curiosidad de su pregunta me llevó mucho más tiempo que dar respuesta al minucioso informe del primer evaluador. ¿Y qué si hago una tesis de metáfora en publicidad, o del tema que sea? ¿En qué cambia nuestro día a día? Pues es verdad, era algo en lo que no había reparado. Y si yo no tenía un a respuesta clara y contundente para ello, no podía esperar que los demás la tuvieran por mí. p

Al final resultó ser una excelente evaluación, que me hizo replantearme el rumbo de mi carrera investigadora. Efectivamente, una tesis no se hace sólo para tus directores (que también!). Se tiene que hacer también para otros investigadores otros investigadores: publica tus datos, entra en debates, y sobre todo, colabora. Se tiene que hacer para tu familia: explícales lo que estás haciendo, involúcrales, y agradéceles. Y se tiene que hacer también para la gente de a pie que te rodea: ve a un bar, ve a un colegio, ve a un museo y haz que se interesen por tus resultados. Si eres capaz de resumir tu investigación en una frase simple y clara que todo el mundo pueda entender, la ciencia dejará de ser algo oscuro y complicado. Y esta es la máxima muestra de inteligencia y pericia: hacer fácil lo difícil.

Un doctorado TAMPOCO es algo que se haga en un despacho o en un laboratorio.

Un doctorado se tiene que hacer dentro y fuera de la universidad. Acabo de mencionar que una tesis tiene que ser relevante para el doctorando y sus directores, pero también tiene que importar a la sociedad. En estos tiempos de posverdad y anti-intelectualismos, es vital que los investigadores tomen las calles y demuestren en qué consiste la buena investigación de calidad. Debemos dar ejemplo, y aplicarnos los estándares más altos de calidad y transparencia, y sobre todo, tenemos que saber comunicar nuestros logros. Tanto si resumimos nuestro artículo en un tweet, o contamos nuestra tesis en tres minutos, o debatimos nuestros resultados con una caña en la semana de Pint of Science. EMYDUR ha coordinado de forma muy activa estas y otras actividades similares para dar visibilidad a los doctores logroñeses, y es ahora ya parte de su marca.

Y si queda alguien reticente, pensad que es un camino de ida y vuelta: nosotros proporcionamos a la sociedad diferentes claves para formar opiniones críticas; y a cambio, se genera la noción social de que la ciencia es la base de las sociedades modernas, y que al igual que la educación y la sanidad, debe ser garantizada con fondos públicos.

Por último, un doctorado NO una pérdida de tiempo. Esto lo digo a colación de un artículo en The Economist que ya en 2010 advertía de la desproporción entre el número de nuevos doctores al año y las plazas convocadas por las universidades. Aunque hay cierta verdad en ello, este pensamiento no debe imponerse. Hacer un doctorado no es una pérdida de tiempo. Es una inversión. Es una inversión de tiempo para nosotros, los doctores, y de dinero para los gobiernos. Es por ello que si dedicamos las mismas fuerzas a visibilizar nuestra labor dentro de la comunidad científica pero también fuera, más niños y niñas elegirán una carrera científica. Habrá menos desigualdades entre investigadores a investigadoras, y se eliminarán ciertos prejuicios sobre unas disciplinas sobre otras. Y, lo que es más importante, la ciencia será percibida como algo accesible y necesario, que es medio y fin en sí mismo para crear una sociedad crítica y avanzada. Así pues, defendamos nuestras tesis dentro, pero sobre todo, fuera de la universidad, para asegurar el futuro de una ciencia de calidad y financiada de forma pública.

Por último me gustaría agradecer, en nombre de todos los doctores, a EMYDUR, a los directores de tesis, y a las familias y amigos de doctorandos, por vuestro apoyo durante estos años de duro trabajo y dedicación. Nuestras tesis son tan nuestras como vuestras, ya que sin vuestra ayuda difícilmente estaríamos celebrándolo aquí hoy. Y a los nuevos doctores, entre los que me incluyo: Que esta tesis sea un punto y seguido en vuestras carreras científicas. No perdáis vuestra vocación, curiosidad y tesón, porque aún quedan muchas preguntas interesantes por resolver.

Muchas gracias!